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ELECCION DE UN LUGAR

ELECCION DEL LUGAR

PARA UN REFUGIO O PECNOTAR

 

        El peor enemigo de sentirnos perdidos somos nosotros mismos. La soledad, las dudas, el miedo, la falta de previsión y otras muchas  circunstancias nos pueden volver inseguros y vulnerables.

        Mientras hay luz, dice el refrán, hay esperanza. Podemos orientarnos, esperar y planificar los que vamos a hacer. Pero antes o después llega la oscuridad y con ella todo parecerá volverse hostil y amenazante.

        La construcción de un refugio es la solución ideal siempre que se disponga de tiempo, un mínimo de conocimientos y la expectativa de tener que permanecer más de una noche desaparecidos.

        Para una noche aislada, por lo general, bastará encontrar donde mitigar los miedos y el frío.

        Pero, ¿cómo escoger un buen lugar?

        He aquí algunas sencillas pautas para que la noche no se convierta en una pesadilla.

        1.- APROVECHAR LAS FORMACIONES NATURALES. Una formación rocosa, una hendidura del terreno o un tronco caído, al cubrir ya en parte del espacio que nos rodea, son el elemento ideal para nuestro lugar de pernoctación pues tener la espalda cubierta ayuda a sentirnos algo más seguros.

        2.- SENDEROS EN LA MALEZA. Los animales salvajes suelen recorrer los mismos caminos cada día para trasladarse en busca de agua, de su madriguera o cuando van a cazar. Y en ese cotidiano deambular suelen dibujar sobre el terreno largos, estrechos y sinuosos caminos. Hay que alejarse de ellos para mantenerlos alejados.

        3.- MARCAS DE AGUA. Las marcas en la tierra del paso esporádico de las aguas de lluvia, de arrastre de materiales por esa causa o de ser un terreno inundable también son lugares en que la prudencia nos debe hacer evitar.

        4.- LOS VIENTOS. No sólo debemos protegernos de la oscuridad y del paso de animales. En la medida de lo posible hay que evitar que nos dé el viento y no perdamos temperatura corporal.

        5.- LA LLUVIA O NIEVE. A falta de encontrar una formación natural que nos proteja de esos elementos lo adecuado es protegernos bajo la vegetación. Las hojas de los árboles y las plantas pueden mitigar el efecto de la lluvia.

        6.- AYUDA A LA NATURALEZA. Aunque no se trata de construir un refugio, afianzar el lugar escogido para pernoctar con ramas de árboles, hojas o piedras lo harán más confortable y nos aportará mayor seguridad y serenidad.

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