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EN MOVIMIENTO

       Dado que la regla básica es no alejarnos demasiado del lugar donde nos encontramos para facilitar el rescate, la búsqueda de un lugar donde pasar la noche a resguardo nos obliga a desplazamientos sobre el terreno. Y para hacerlo con seguridad hay que tener en cuenta dos principios:

        1.- MARCAR EL TERRENO. Una vez orientados conviene marcar en el suelo, con piedras o palos, tanto uno de los puntos cardinales como la dirección en que iniciamos la marcha.

        2.- PUNTO DE REFERENCIA. Debemos desplazarnos en línea recta siguiendo algunos de los puntos cardinales y hacia un punto concreto e identificable, tal como una formación rocosa, un árbol u otro elemento fácilmente reconocible. Al llegar al mismo debemos volver a marcar, con una flecha en el suelo, la dirección en la que vamos a continuar. Y así, sin alejarnos en exceso pero con el camino de vuelta marcado, hemos de buscar dónde pasar la noche.

 

        Se han de evitar pasar por lugares que supongan un riesgo, tanto por carecer de la técnica, pericia o fuerza necesaria para superarlos; como riesgos de la propia naturaleza como deslizamientos de tierras, avenidas de agua, caída de piedras, vientos fuertes, aludes de nieve…

        Evitaremos, pues, escalar, descolgarnos por paredes, cruzar a nado ríos o lagos, caminar por suelos inestables o entre vegetación espesa o espinosa. 

 

        Las marcas y señales que hagamos se harán utilizando los materiales de los que dispongamos a nuestro alrededor y principalmente han de informar de la dirección que tomamos, de dónde está el refugio que hayamos construido, o de cualquier otra información que entendamos que pueda ser relevante. Procurando, en cualquier caso, que no sean fácilmente destruidos por en medio en que nos encontramos.

 

MODELOS DE SEÑALES

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