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SUPERVIVENCIA EN LA NIEVE

                                               Mantén la calma.


           Una espectacular nevada te ha sorprendido y te ha dejado incomunicado en un pequeño municipio o en plena montaña. Pues bien, lo primero que debes hacer es mantener la calma y asegurarte de que tu cuerpo está lo suficientemente abrigado y caliente como para no sufrir una hipotermia, sin duda, el más mortífero enemigo que nos encontraremos en un clima gélido. En este caso, al igual que en la mayoría de ocasiones que nos enfrentamos a una situación de supervivencia, viene muy bien aplicar el principio básico que se enseña a cualquier boy scout, esa regla no escrita que tiene que ver con la nemotécnica de la palabra STOP: Stop (para), Think (piensa), Observe (observa), Plan (planifica). Ya sabes, cuerpo caliente y mente fría para afrontar los próximos pasos.

                                            Construye un refugio
Con la primera necesidad de abrigo cubierta, y analizada fríamente la situación que nos rodea, el siguiente paso es proveerse de un refugio donde cobijarse o pasar la noche. Si tenemos la posibilidad de encontrarlo cerca de nuestra posición, perfecto. En caso contrario tendremos que construírnoslo nosotros. Si estamos en plena montaña, el refugio natural con el que más frecuentemente nos toparemos será una cueva. La cueva puede ser un “hogar” excelente para refugiarse y protegerse del frío extremo, siempre y cuando no esté previamente habitada u ocupada por animales peligrosos.

          En caso de no encontrar ningún refugio de montaña y necesitemos protegernos de la espesa nieve, podemos “fabricarnos” dos tipos de refugios. Por un lado, si la nieve que nos rodea es muy alta y espesa podemos construirnos una cueva improvisada dentro de la propia nieve. Para ello, basta con ir cavando un agujero en la pared de nieve, asegurándonos de cavar siempre hacia arriba para facilitar la entrada a la cueva y el poder estar más cerca de la superficie, donde crearemos obligatoriamente una cavidad que facilite la ventilación y la entrada de oxígeno.

                    La temperatura dentro de la cueva será próxima a los cero grados; pero fuera puede ser mucho más bajas y estar expuestos a el viento o a la nevada.

                          Como el aire caliente se eleva, dentro de la cueva de nieve o hielo hay que dejar la entrada en la parte más baja y buscar resguardo la más alto posible.

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                      La otra opción, mucho más sencilla y práctica, sobre todo si estamos en una montaña arbolada, es montarnos una pequeña tienda de campaña apoyando una rama larga, que actuará como travesaño, contra el tronco de un árbol. A ambos lados de la rama de nuestra tienda colocaremos hojas y follaje en ángulo de 45º, para asir cubrir nuestra posición cuando nos metamos debajo.

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                                   No te comas la nieve, ¡fúndela!
Comer nieve en estado sólido no ayudará a mantenernos hidratados, ya que la única forma de conseguir que la nieve se convierta en agua es fundirla previamente. Para ello, deberemos recurrir o bien al fundido de la nieve mediante el fuego, para lo que tendremos que iniciar un fuego de supervivencia (que bien nos vendrá en ese momento llevar un pedernal o un encendedor de emergencia); o bien al fundido de la nieve por exposición a la luz solar. Esta segunda opción, amén de ser posible sólo durante el día, y por supuesto si la jornada es soleada, se puede acelerar usando algún tipo de cristal que focalice los rayos del sol y los dirija directamente contra la nieve.

            En la guía avanzada podrás encontrar maneras de encender fuego.

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                                       Encontrar comida
        Si el aislamiento en la nieve se prolonga más de lo esperado, necesitaremos alimentar nuestro cuerpo. Para ello es fundamental tener la mente abierta, ya que cualquier animal que merodee a nuestro alrededor puede convertirse en una rica fuente de proteínas que nos dé una energía extra para poder resistir la situación durante varias jornadas más. Si además tienes ciertos conocimientos de flora o botánica y a tu alrededor encuentras algunas plantas que sabes que son comestibles, no dudes en consumirlas. Aunque eso sí, encontrarás que están un poco congeladas…

          En UTILIDADES puedes encontrar una guía de plantas comestibles, y en la GUIA AVANZADA, técticas de caza y de pesca.

                                            Cómo moverse en la nieve
      Desplazarse o simplemente dar uno pocos pasos es una de las tareas más complicadas en un escenario de nieve extrema. Para sobreponernos a esta dificultad de caminar entre la densa nieve podemos “fabricarnos” unas raquetas de nieve de forma muy sencilla. En esta ocasión basta con encontrar dos pequeñas ramas flexibles, con las que haremos una especie de forma de pera redondeada. Para sujetar esta forma a nuestras zapatillas o botas podemos usar los propios cordones de nuestro calzado, o algunos jirones de nuestra ropa. Para darle cuerpo a la estructura, cruzaremos toda la parte inferior de nuestros improvisados zapatos de nieve con más pequeñas ramas, creando una especie de malla o red con la que nos apoyaremos sobre la nieve.

            En la GUIA AVANZADA puedes ver la forma de construcción, y en NUDOS cómo hacer las amarraduras.

                                                        Espera al rescate
           Todos estos consejos de supervivencia cobran más importancia si alguno de tus conocidos sabía dónde estabas en el momento en el que la fuerte nevada te dejó aislado e incomunicado. En este caso, puedes aplicar todas estas recomendaciones y esperar a que un equipo de rescate localice tu posición y te saque de esta angustiosa situación. De lo contrario, el ir avanzando o moviéndote sin una dirección predefinida puede acabar siendo letal. Y es que en muchas ocasiones quienes no han sobrevivido en este tipo de climas extremos ha sido porque no sabían que el equipo de rescate estaba muy próximo a su posición, y se han terminado perdiendo o congelando en plena montaña.

        En todo caso, si nadie conocía dónde estabas o simplemente decides aventurarte por tu cuenta para sobrevivir a este infierno blanco, recuerda seguir y aplicar todas estas técnicas, además de guiarte de la misma forma que lo harías en cualquier escenario de supervivencia en la montaña. Avanza en busca de un río o arroyo cercano y sigue el curso de su corriente hacia abajo hasta localizar cualquier signo de civilización.

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