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REFUGIO EN LA NIEVE

        Cuando nos encontremos en terreno de hielos o nieves existen dos métodos para crear un refugio eficaz:

           Excavar en la nieve

        Construir un abrigo con muros de nieve o de bloques de hielo,

 

        La nieve es mala conductora del calor, por lo que nos aísla fácilmente del viento y de las temperaturas extremas, así como retiene el calor que haya dentro de su recinto.

        Conviene que estos refugios tengan las dimensiones mínimas de capacidad y altura para facilitar un más rápido calentamiento del interior. Las paredes y techo interno han de estar lo más lisas posibles para evitar que el calos derrita los salientes y gotee dentro al fundirse la nieve.

        La entrada debe ser una apertura, orientada a sotavento, en la parte más baja del refugio, del tamaño que permita entrar a una persona gateando, y ha de permanecer siempre cerrada, bien con una tela, plástico ramas.

        Del mismo modo hay que crear un agujero de ventilación en la parte de enfrente de la entrada. Basta con el hueco que puede hacer en la nieve o hielo un bastón o un palo de esas dimensiones.

        En la medida de lo posible se debe cubrir el interior del refugio con hojas, ramas o cualquier material, con un grosor de 20 cm, para intentar mantenernos aislados del suelo helado.

        El lecho o lugar destinado a dormir, ha de hallarse en la zona más elevada del refugio pues el aire caliente pesa menos que el frío y se acumulará en lo alto. Esos dos grados de mas nos serán muy  necesarios.

        En el interior del refugio siempre debemos tener a mano una zapa, pala o herramienta que nos permita excavar en la nieve si el refugio se colapsa o derrumba.

        Si se dispone de una vela , hornillo o similar, hay que encenderlo ocasionalmente para evitar se derrita la nieve, y aprovechando ese encendido para calentar comida o derretir el hielo.

        La nieve del suelo, como si de la arena de la playa se tratara, cubre con rapidez los pequeños objetos que caigan sobre ella. Así que se han de tener en buena custodia, dentro de la mochila o bolsa, todos los objetos o herramientas menudas.

 

        Si la nieve es en polvo y no tiene consistencia para escavar en ella una cueva de hielo como al anteriormente expuesta, existen dos métodos para obtener un resguardo que evite la muerte por congelación, el pozo de nieve y el pozo lapón.

        El primero de ellos es un agujero excavado en la nieve, principalmente en forma cilíndrica, de unos 80 cm de profundidad y protegido del viento por un muro de nieve que ha de cubrir la zona por donde venga el viento.

        Es rápido de hacer, no más de 40 minutos, y nos sacará del riesgo de una muerte casi segura si permaneciéramos en el exterior.

        El pozo lapón es una excavación algo mas profunda, que se inicia con un hueco cilíndrico pro que se ensancha en su base para crear un espacio protegido. Se suele compactar la nieve, bien apretándola con las manos o pisándola, para formar un bloque de hielo para tapar la apertura superior y mantener mejor el calor corporal.

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        Otros de los métodos de construir refugios en la nieve, rápido y eficaz para pasar una noche en la nieve, es la llamada fosa en la nieve.

        Se trata de excavar un rectángulo en la nieve de la longitud y profundidad suficiente para caber en el hueco. Se puede construir un muro por donde venga el viento, y se puede cubrir con plástico, ramas o lo que tengamos a mano para intentar mantener algo más de calor. Es muy rápido de hacer, no se necesitan más que las manos y nos puede salvar la vida.

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