
HORMIGAS
HORMIGA BULLDOG
Provista de unas mandíbulas fuertes y un aguijón que expulsa un veneno varias veces más potente que el cianuro o el arsénico, la Myrmecia pyriformis, la hormiga bulldog, es una especie de hormiga toro descubierta en las regiones litorales de Australia que no es tan inofensiva como el resto de las hormigas que conocemos.
Según la última edición del Guinness World Records 2017, esta hormiga se aferrará a su víctima con mandíbulas, y puede ser capaz de matar a un adulto en 15 minutos.
Las hormigas bulldog han provocado la muerte de varias personas según consta documentado
En definitiva, se trata de hormigas primitivas de gran tamaño (las obreras más grandes pueden alcanzar los 3 cm), de costumbres solitarias y muy agresivas.
HORMIGA BALA
No es el único caso en el que una hormiga deja de parecernos tan insignificante. Por ejemplo, la picadura más dolorosa registrada en un insecto también la protagoniza una hormiga.
Concretamente, la hormiga bala (Paraponera clavata), autóctona desde Nicaragua a Paraguay a través de América Central, posee la máxima puntuación en la escala de Schmidt, que va del 1 al 4, publicado por primera vez en 1983 por el entomólogo Justin O. Schmidt.
Schmidt describe el dolor como "puro, intenso, brillante. Es como caminar sobre carbón en llamas con un clavo de tres pulgadas penetrando el talón del pie". El índice clasifica las picaduras de uno a cuatro, dependiendo de la intensidad del dolor y no es sorpresa que la de la hormiga bala lidera el índice.
HORMIGA ROJA O DE FUEGO
Estas hormigas rojas de fuego suelen anidar en ambientes húmedos, de ahí que su hogar esté bajo suelo irrigada con césped y los márgenes de los ríos o estanques; evitando las áreas sombrías.
Su nido se traduce en montículos de entre 37 y 74 centímetros de diámetro, y de unos 26 centímetros de altura.
Sus colonias son enormes, y pueden albergar cientos de miles de hormigas obreras y al menos una hormiga reina, asi que a cualquier intruso que se atreva a asomar la nariz por allí, le espera una fuerte defensa y algún que otro mordisco.
A diferencia de lo que todo el mundo piensa, estas hormigas pueden ser de color rojo o negras, y pueden rondar un tamaño de hasta 6 milímetros.
Tienen unas mandíbulas tan fuertes como para poder
Por supuesto que pican, mejor dicho, primero muerden y después pican. Su aspecto rojo característico delta la ferocidad de estos insectos.
Cuando pican a las personas con su aguijón, podríamos comparar el dolor de su picadura con el que produce una quemadura con una cerilla, por ello es por lo que se las denomina “de fuego”.
La gran mayoría sufre un dolor agudo y un verdugón colorado, sin ser alérgicos a su veneno.
Por el contrario, hay personas que sufren una reacción muy severa con síntomas identificables como una gran sudoración, náuseas o excesivo picor, por ello es imprescindible acudir a los servicios sanitarios cuanto antes.
Una cantidad considerable de este tipo de hormigas son capaces de atacar a pequeños animales, tanto salvajes como domésticos, y llegar a herirlas gravemente o incluso a matarlas.
HORMIGA MARABUNTA
Por las noches, las hormigas guerreras hacen sus nidos (vivac) en el momento y con sus propios cuerpos. Se trata en realidad de masas de hormigas muy bien organizadas que se ubican en troncos de árboles o en agujeros realizados por ellas mismas.
En este verdadero nido viviente, los ejemplares más jóvenes se ubican en el interior y los de más edad en la zona externa. El vivac cuenta con gran cantidad de pasajes y con cámaras donde se encuentran –además de los alimentos– la reina, las larvas y los huevos.
Ante cualquier perturbación, por más mínima que sea, las hormigas soldado se desplazan a la parte superior del nido para defenderlo con sus potentes mandíbulas y, en el caso de algunas especies, también con sus aguijones. Asimismo, suelen proteger sus rutas también con soldados.
Cómo cazan las hormigas legionarias
Las hormigas legionarias se alimentan principalmente de insectos. La marabunta puede llegar a consumir 100 000 de estos invertebrados cada día. Así, es fundamental el papel que desempeñan para controlar a la gran cantidad de estos animales que pueblan las selvas tanto salvajes como domésticos, y llegar a herirlas gravemente o incluso a matarlas.




