top of page

LA LEYENDA DEL LOBO

          Cuentos como Caperucita Roja, fábulas como Pedro y el lobo; o novelas como Colmillo blanco, nos presentan al lobo como un ser temible, despiadado y agresivo que caza al hombre  donde lo encuentre.

        ¿Es eso verdad?

        El año pasado, en el mundo,  hubieron 30 ataques de lobos a seres humanos y una sola muerte. Sin embargo, nuestros queridos y adorables amigos, los perros, causaron en el mundo la escalofriante estadística de ser el cuarto animal que más muertes causa entre los humanos, con 2.500 fallecidos en el mundo en un los últimos años.

        Cierto que hay mas perros que lobos, centenares de miles más, que conviven a nuestro lado y los lobos en lo profundo de la naturaleza, y que ese trato de convivencia causa, inevitablemente, roces que pueden acabar en ataques. Pero por otro lado, el lobo no está acostumbrado al trato con el humano y los perros, sí.

        Es más probable que nos mate un perro o que un mosquito nos contagie una enfermedad fatal, a ser víctimas de una manada de lobos.

 

        En el mundo animal hay tres causas principales por la que algunas especies atacan al hombre.

                1.- Considerarnos un alimento.

                2.- Sentirse amenazados por nuestra presencia o actitud.

                3.- Invadir su territorio o zona de cría.

                4.- Por confusión.

 

        SOMOS POSIBLE ALIMENTO DE MUY POCAS ESPECIES, entre las que podemos citar al tigre, cocodrilo, caimán, anaconda gigante… Frente a ellos hay poca defensa posible en caso de enfrentamiento directo. Morir o matar.

         Y en el caso del LOBO, este no come seres humanos. No formamos parte de su dieta ni de su interés. Aunque nos llegase a matar, no nos comerá con toda probabilidad.

 

        SENTIRSE AMENAZADOS , MOLESTADOS, TEMAN POR SUS CRÍAS O POR SU TERRITORIO; O ESTEN HAMBRIENTOS. Esta causa de ataque lo es también de muchos de los animales domésticos e incluso del propio ser humano. EL LOBO suele huir de nosotros y no dejarse si quiera ver. Muchas veces que en la naturaleza podemos observar un lobo cerca nuestro es más una advertencia, un te estás acercando a mi territorio, vete; que una amenaza real. LO prudente es cambiar de dirección lentamente, sin correr y con tranquilidad. Y nos dejarán en paz. No somos comida ni un competidor de su hábitat, así que procuran mantenerse alejados. Y nosotros debemos hacer lo mismo.

 

       POR CONFUSION. Muchos ataques de tiburones se deben a que nos ven nadar, desde la profundidad, con nuestras aletas o en la tabla de surf. Tampoco somos para ellos comida, pero esa silueta que observan , con los rápidos movimientos y salpicaduras de agua hacen que nos confundan con focas o leones marinos, que son parte esencial de su dieta, y nos ataquen. Pues del mismo modo, ciertos comportamientos nuestros, imprudencias o torpeza puede hacer ver al lobo que somos un rival que quiere ocupar su lugar o quitarle su territorio. Tirarles piedras, hacerles fotos con flas, comer carne dentro de su territorio, acercarse a su madriguera o crías, huir corriendo presas de un ataque de pánico… pueden llegar a confundirles y obligarles a atacar.

       CASO ESPECIAL  es el hambre en condiciones extremas. En Siberia y zonas de nieves  y escasez de alimentos, en la época más cruda, sí que se han relatado ataques a personas por manadas de lobos hambrientos. Pero no hay datos de fallecimientos aunque si hay relatos que lo mantienen como algo cierto. Parece más un asalto por la comida o un empujón hacia afuera para que nos alejemos y no ahuyentemos a las pocas piezas que puede haber.

        Así mismo, el olor a sangre despierta sus instintos más elementales y puede, como el tiburón, atacar sólo por la excitación de ese aroma.

 

        De los ataques de LOBOS a personas que se tienen constancia en los últimos años, la mayoría, como en el caso de los osos , para los que tampoco somos ni rival ni comida, los ataques acaban en pocos segundos y no causan más que heridas leves. Como los perros domésticos, más allá de un mordisco y un revolcón no suelen llegar. Pero si es por hambre desesperada, no se lo pensarán dos veces.

        España tiene una alta población de lobos ibéricos, que crece sin parar y que está presente en casi todos los espacios naturales.

        Atacan al ganado ovino y a veces, al vacuno. Pero no consta ni un solo ataque al humano, ni persona herida. Huyen del pastor y de sus perros sin presentar batalla.

        Pero ello no debe hacernos bajar la guardia. Son carnívoros y depredadores. Si y creen que es necesario para su supervivencia o de la manada, no dudarán en atacar.

 

        Para esos casos extrañísimos en que un lobo nos ataque, ¿cómo debemos actuar?.

        Son más fuertes, ágiles y rápidos que nosotros.

                1.- Si ves un lobo, aléjate despacio.

                2.- No corras, ni le des la espalda. Pues si lo haces su instinto les hará entender que somos una posible presa.

                3.-No des de comer al lobo. Pues si se hace, acaban perdiendo el miedo al ser humano y se volverán más agresivos. Ni tampoco es buena idea que nos asocien con la comida.

                4.- Si se aproxima a nosotros con evidentes señales de amenaza, hay que gritar con voz fuerte y severa, avanzar hacia ellos con decisión y movimientos amenazantes. Nos temen más ellos a nosotros que al revés. Los perros y lobos huelen el miedo. Así que serenidad y fortaleza.

                5.- Defiéndete. Usa palos, piedras, armas, gas pimienta de un repelente de osos…; sitúa tu espalda contra una roca o un árbol quitándole así la posibilidad de atacarte por detrás. Si te ataca ya no hay más remedio que hacerle sentir miedo o dolor para que se vaya. Y  a veces es un combate a muerte.

                6.- No te hagas el muerto porque entonces es probable que acabes siéndolo.

                7.- Si has conseguido repeler el primer ataque, súbete a un árbol o resguárdate en un edificio , vehículo o cueva. Pero no te relajes. Si te ha atacado una vez permanecerá cerca y lo intentará una segunda ocasión.

                8.- Si hay más personas o las encuentras, manteneros unidas y juntas. Eso hace que el lobo se desanime por el gran riesgo para él que podéis suponer. Los lobos eligen a su presas por su aparente debilidad o soledad.

                9.- Si viajas con un perro, no lo dejes suelto, recoge sus excrementos y procura que no vaya marcando el territorio con orina. Que no ladre y que no los persiga pues acabará el perro volviendo a ti y con una manada de lobos furiosa detrás.

                10.- En territorio de lobos una buena fogata los mantendrá alejados pues temen al fuego y detestan el humo.

                11.- Si construyes un refugio, a parte de la hoguera dispón de montones de piedras alrededor a modo de defensa. Son animales inteligentes y antes de atacar calculan las maneras de evasión tras el ataque.  Si se lo ponemos difícil, desistirá.

                12.- Haz vida normal en el campamento y no dejes de hacer ruido, cantar y gritar. Los lobos nos encuentran por el olfato, no por el sonido, pero si nos oyen ruidosos nos tomaran por seres peligrosos y nos dejarán en paz.

                13.- No imites el aullido de los lobos. Se te toman por un lobo invasor, el ataque será terrible.

                Y como resumen final. Recuerda que los lobos no suelen atacar al hombre, que eso es excepcional y que lo mejor es seguir cada cual su camino sin molestarse.

bottom of page