FUEGO PARA ILUMINAR
Todos los fuegos generan luz y calor por lo que toda hoguera es útil para alumbrarnos.
ANTORCHAS. Ya bien fijas sobre una estructura creada a tal efecto, o en mano si necesitamos caminar en la oscuridad, una rama resinosa, como la de las coníferas, prendida por una de sus extremos nos proporcionará un buen rato de luz. Se puede rodear el extremo encendido con tela de algodón empapada en grasa o aceites para que sean más luminosas.
CANDILES. Con una lata de conservas o cualquier pequeño recipiente no inflamable podemos crear una lamparita de iluminación, si disponemos de aceite o grasa y de tela de algodón.
Cortamos una larga y fina tira de tela de algodón y la introducimos en la lata. La cubrimos con aceite o grasa dejando fuera unos tres centímetros de tela, a la que se da fuego. Arderá dando luz mientras haya aceite o grasa.
PEQUEÑAS HOGUERAS situadas en los lugares que deseemos iluminar.