
PARADA CARDIORESPIRATORIA
R.C.P
INDICE GENERAL DEL CONTENIDO
II. ASPECTOS BÁSICOS DE LOS PRIMEROS AUXILIOS
III. EVALUACIÓN DEL ACCIDENTADO
IV. PARADA CARDIORRESPIRATORIA: LA REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR (R.C.P)
V. OBSTRUCCIÓN DE LA VÍA AÉREA
VI. DESVANECIMIENTO O LIPOTIMIA
XII. TRAUMATISMOS OSTEOMUSCULARES
XIV. CUERPOS EXTRAÑOS EN NARIZ Y OÍDOS
XVII. ALGUNAS PREMISAS DE ACTUACIÓN EN ACCIDENTES DE TRÁFICO
IV. PARADA CARDIORRESPIRATORIA: LA REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR
1. CONCEPTOS
La parada cardiorrespiratoria es la interrupción brusca, inesperada y potencialmente reversible, de la respiración y de la circulación. La reanimación cardiopulmonar (R.C.P.) es un conjunto de maniobras estandarizadas de desarrollo secuencial, cuyo fin es sustituir primero y reinstaurar después, la respiración y la circulación espontánea.
El cese de la circulación durante más de tres minutos (con la consiguiente interrupción de la llegada de sangre oxigenada a las células), puede provocar daño cerebral irreversible.
A partir de los cinco minutos puede producirse la muerte. Cualquier persona puede ser iniciada en la reanimación cardiopulmonar, cuya práctica, por otra parte, no precisa de grandes medios.
2. CUÁNDO DEBE APLICARSE LA R.C.P.
Ante una parada cardíaca y/o respiratoria. Excepto que:
La parada sea consecuencia de una enfermedad terminal. Existan signos de muerte biológica: rigidez, livideces.
El paciente lleve más de diez minutos en parada sin haber recibido la R.C.P. básica.
Casos excepcionales en los que la R.C.P. puede ser útil tras un tiempo superior a diez minutos permitiendo una recuperación sin secuelas neurológicas son paradas por ahogamiento, hipotensión o intoxicación por barbitúricos.
3. ACTUACIÓN ANTE UNA PARADA CARDIORRESPIRATORIA: SECUENCIA DE LA R.C.P.
(A) Garantizar la seguridad de reanimador y víctima
(B) Buscar respuesta: valorar la consciencia –
(C) Pedir ayuda –
(D) Abrir la vía aérea y mantenerla permeable
(E) Valorar ventilación, y si no se detecta, aplicar la R.C.P.
A. Garantizar la seguridad del reanimador y de la víctima. Buscar para las maniobras una zona segura, evitando riesgos para ambos.
B. Buscar respuesta: valorar la consciencia. Preguntar al accidentado en voz alta si se encuentra bien. Si no responde, sacudirle suavemente por los hombros y/o provocarle un pequeño estímulo doloroso (como un pellizco en brazo) a la vez que se insiste en preguntarle si se encuentra bien.
Si responde (emite algún sonido, se mueve, abre los ojos), está consciente. Se puede concluir, por tanto, que está respirando y tiene circulación y debemos proceder de la siguiente manera:
.-Dejarlo en la posición en que lo encontramos.
.-Valorarlo de acuerdo con lo expuesto en el capítulo III (evaluación secundaria)
.-Pedir ayuda si es necesario.
.-Enviar a alguien por ayuda. Si está solo, deje a la víctima y vaya por ayuda usted mismo, volviendo después junto a ella.
.-Valorar a la víctima regularmente. Hay dos situaciones que pueden poner en peligro la vida de una persona consciente: hemorragia profusa y la asfixia por atragantamiento. En esos casos, se actuará según lo indicado en los apartados correspondientes de esta Guía.
.-Si no responde, está inconsciente y puede ser una víctima potencial de muerte súbita: pediremos ayuda.
C. Pedir ayuda
• Avisar al 112
• Gritar pidiendo ayuda de alguien próximo
• Si la causa probable de la inconsciencia es un problema respiratorio derivado de traumatismos, ahogamiento, asfixia, intoxicación por alcohol y drogas, o si la víctima es un niño, lo prioritario es la R.C.P., que debe aplicarse durante 1 minuto antes de ir a pedir ayuda
D. Abrir la Vía Aérea. Mantener permeable la vía aérea.
Después de pedir ayuda, el reanimador debe abrir la vía aérea y mantenerla permeable, ya que durante una parada cardiorrespiratoria, la víctima pierde el tono muscular lo que unido al efecto de la gravedad, puede hacer que la lengua caiga hacia atrás ocluyendo la vía aérea.
Para ello, en primer lugar, hay que colocar con precaución al herido tumbado boca arriba sobre superficie lisa y dura, con los brazos extendidos a lo largo del cuerpo, aflojarle las ropas que puedan oprimirle y desvestirle el tórax.
A continuación se debe aplicar una de las siguientes maniobras:
Maniobra frente-mentón (es la que se aplica generalmente): Retirar objetos visibles de la boca de la víctima (incluye dentaduras postizas sueltas).
Colocar una mano en la frente de la víctima y con los dedos 2º y 3º de la otra mano en la punta del mentón, inclinar la cabeza hacia atrás y elevar la mandíbula, dejando libres el pulgar e índice de la primera mano para cerrar su nariz si requiere ventilación
Maniobra de hiperextensión del cuello: Colocar una mano en la frente de la víctima y la otra mano bajo el cuello, elevándolo suavemente. Tracción de mandíbula: Si hay sospecha de lesión cervical, las maniobras frente-mentón e hiperextensión del cuello están contraindicadas.
En estos casos se recomienda la tracción de mandíbula.
Consiste en introducir el pulgar en la boca del herido por detrás de la arcada dentaria inferior y con los dedos pulgar e índice haciendo gancho traccionar de la mandíbula hacia arriba, mientras con la otra mano se fija la cabeza evitando que se desplace en cualquier dirección.
E. Valorar ventilación, y si no se detecta, aplicar la R.C.P. Manteniendo la vía aérea abierta, mirar el pecho de la víctima y acercar la cara a su boca para ver los movimientos del tórax, oír los sonidos respiratorios, y sentir la salida de aire en la mejilla. Mirar, Escuchar y Sentir (M.E.S.), unos 10 segundos para determinar si respira normalmente.
La respiración adecuada implica presencia de circulación, por lo que, si existe, habría que:
Colocar al accidentado en posición lateral de seguridad (P.L.S.) excepto si se sospecha lesión cervical (en el último apartado de este capítulo se explica como debe hacerse).
Controlar que continúa respirando. Si no respira, sólo inspira bocanadas ocasionales o hace débiles intentos de respirar, o se tienen dudas, se debe pasar a la REANIMACIÓN CARDIOPULMONAR propiamente dicha, que consiste en una combinación de RESPIRACIÓN ARTIFICIAL BOCA A BOCA y MASAJE CARDIACO EXTERNO. A continuación se explica la secuencia de la R.C.P. y la forma de practicar, tanto la respiración artificial boca a boca como el masaje cardiaco.
Secuencia de la R.C.P.:
Se comenzará con 2 insuflaciones.
Se darán 30 compresiones seguidas de 2 insuflaciones y así sucesivamente: relación 30/2.
Valorar la respiración cada 10 respiraciones (o cada minuto).
No parar más de 10 segundos.
Mantener la R.C.P. hasta:
Llegada de ayuda.
Recuperación de la víctima, en cuyo caso, si no se sospecha lesión cervical, se la colocará en posición lateral de seguridad (P.L.S. – ver último apartado del este capítulo) y se la vigilará periódicamente.
Se produzca el “agotamiento” del reanimador. Nota: La R.C.P. con dos reanimadores sólo se recomienda si están entrenados. La cadencia será la misma: uno de ellos realizará las compresiones y el otro las insuflaciones. Es recomendable que cambien cada 2 minutos para evitar el agotamiento
Pauta para aplicar la Respiración artificial Boca a Boca
1. Mantener la vía aérea abierta y permeable según se indicó anteriormente.
2. Si se dispone un protector, interponerlo entre la boca del socorrista y la boca del accidentado. Esto no es imprescindible.
3. Pinzar la nariz de la víctima con el índice y pulgar de la mano que se tiene en su frente.
4. Hacer una inspiración profunda para llenar los pulmones con oxígeno.
5. Colocar los labios alrededor de la boca de la víctima, asegurando un buen sellado.
6. Soplar uniformemente hasta que el tórax se eleve como en una respiración normal.
7. La insuflación de aire debe durar alrededor de un segundo.
8. Separar la boca de la de la víctima y ladeando la cabeza, mirar como desciende el tórax cuando sale el aire.
9. Se debe evitar insuflar una cantidad excesiva de aire, hacerlo con demasiada rapidez o a un ritmo muy elevado.
10. Se deben conseguir al menos dos insuflaciones efectivas cada cinco intentos.
11. La frecuencia de ventilación será de 12 veces por minuto.
12. Si se consigue restablecer la respiración espontánea, debemos colocar al accidentado en posición lateral de seguridad y controlar que sigue respirando.
Pauta para aplicar el Masaje Cardiaco externo
1. Arrodillarse en cualquiera de los dos costados del paciente. Éste debe estar en decúbito supino (tumbado boca arriba) sobre una superficie dura.
2. Colocar el talón de una mano sobre el punto de presión en la mitad inferior del esternón (dos dedos por encima de la base del apéndice xifoides o punta del esternón, o bien en la unión del tercio medio con el tercio inferior del esternón) y el talón de la otra mano sobre la primera, entrelazando los dedos de ambas manos.
3. Mantener rectos los brazos y utilizar el peso del cuerpo para hacer la compresión.
4. Presionar sobre el esternón hacia abajo, con la fuerza necesaria para desplazar el esternón unos 4 ó 5 cm.
5. Realizar ciclos de 1 segundo: medio seg. para la compresión y el otro medio para la descompresión.
6. No despegar las manos del tórax con cada compresión.
7. La frecuencia recomendada actualmente es de 100 compresiones por minuto.
4. DIFERENCIAS DE TÉCNICA DE REANIMACIÓN SEGÚN EDAD
La secuencia de la R.C.P. descrita anteriormente es válida para todas las edades. Únicamente hay diferencias en la Técnica:
Niños de 1 a 8 años
Localizar el punto de compresión: un dedo por debajo de la línea imaginaria que une los pezones, en la parte media del tórax.
Presionar colocando el talón de una mano.
Profundidad de compresión: de 1/3 a ½ del diámetro antero-posterior del tórax o entre 2,5 – 4 cmt.
Las ventilaciones serán suaves.
Niños menores de 1 año
Ventilación boca-boca nariz.
Localizar el punto de compresión: un poco por debajo de la línea imaginaria que une los pezones, en la parte media del tórax.
Presionar colocando dedos 3º Y 4º (corazón y anular).
Profundidad de compresión: 2-3 cmt.
Las ventilaciones serán muy suaves.
5. POSICIÓN LATERAL DE SEGURIDAD (P.L.S.)
Es una posición que mantiene la permeabilidad de la vía aérea y disminuye el riesgo de broncoaspiración en caso de vómitos.
Hay que controlar la circulación del brazo que queda debajo y asegurarse que la duración de la presión sobre él se reduzca al mínimo. Si una persona ha de permanecer en esta posición más de 30 minutos, debería ser girada hacia el lado opuesto.
Si se sospecha lesión cervical, la P.L.S. está contraindicada y no se debe realizar movilización salvo que exista peligro para el reanimador y/o la víctima, en cuyo caso se movilizará al accidentado boca arriba, manteniendo la alineación e integridad de la columna vertebral.
Procedimiento para llevar a una persona hasta la P.L.S.:
1. Retirar a la víctima gafas (si las tuviera) y objetos de los bolsillos.
2. Arrodillarse a su lado. Asegurarse de que ambas piernas están extendidas.
3. Colocar el brazo más próximo en ángulo recto con el cuerpo, con el codo doblado y la palma de la mano hacia arriba.
4. Traer el brazo más alejado a través del pecho y sujetar el dorso de la mano contra la mejilla más próxima.
5. Con la otra mano agarrar la pierna más alejada por la rodilla y tirar hacia arriba hasta apoyar el pie sobre el suelo.
6. Tirar de esa pierna para hacer rodar a la víctima sobre sí misma hacia nosotros.
7. Colocar la pierna de modo que cadera y rodilla queden en ángulo recto.
8. Inclinar la cabeza hacia atrás para asegurar que la vía aérea permanece abierta.
9. Ajustar la mano bajo la mejilla, si es necesario, para mantener la cabeza inclinada.
10. Vigilar la respiración periódicamente.







